Feliz día de la madre, mamá.

Mamá, es sin duda alguna, la palabra más bonita del mundo, en cualquier idioma. Es también la palabra que más uso y necesito.
La verdad es que no entiendo cómo una madre puede querer tanto a una hija, y esa necesitad que tiene de cuidar, proteger, aconsejar, acompañar, apoyar, mimar, eso sólo lo sabe hacer una madre, creo que se lleva dentro, que se siente sólo al tener un hijo y que no hay manual, en las madres es todo sinceridad.
Me has protegido de todo lo malo, y has intervenido para que te hicieran daño a ti y no a mí.
No sé, eres la persona que me animó a aprender a ir en bici a pesar de que tú no supieras, la que me hace ver la belleza de los estudios, y ni siquiera necesitas un título universitario con tu nombre para hacerlo.
La verdad es que presumo de madre; me das libertad, no me pones tabúes, ni límites, eres directa y día a día me enseñas.
A pesar de haberme portado mal, de haberte fallado, defraudado y haberte hecho llorar, a pesar de todos mis defectos, nunca has dejado de quererme, y nunca has dejado de creer en mí. Y si soy una persona que se siente segura es gracias a ti.
Llevas catorce años siendo madre y parece que lleves cien, siempre tienes la respuesta correcta, la mirada que otorga tranquilidad, el perfecto pensamiento, siempre un cuento para hacerme dormir, pero sobre todo, un abrazo para hacerme feliz.
Mamá... te lo digo todos los días y quizá por eso pierde importancia, pero quiero que sepas, que tengas siempre presente y que no se te olvide, que te quiero ♥.
Lo siento por no hacerte un regalo espectacular, espero que mis palabras te sirvan.
A veces me quejo cuando saco notables, e incluso con un nueve, que sepas que eres el sobresaliente que todo alumno de la vida desea conseguir.
Has aplaudido mis triunfos, pero sobre todo, has valorado incluso mis derrotas.
Te quiero, mamá... no hay más, si supieras lo bien que me siento cuando me abrazas, cuando me dices <ya Moni, si yo te entiendo>, o cuando simplemente me dices que la cena está lista.
Sé que estás ahí para todo, que puedo contar contigo, que sobre todo, nunca, nunca, nunca voy a estar sola, por muchos años que pasen, sé que vas a ser mi ángel de la guarda, y quien me ayude a tomar decisiones día a día.
Porque, muy pocas hijas pueden decir que se van con su madre a cualquier sitio, que comparten gustos y aficiones, que se lo cuentan todo, que cantan a dúo en la cocina, que comparten todo, que se expresan y escuchan... y yo tengo la suerte de poder decirlo.
Y es que la palabra <suerte>, se debería de substituir por una mucho más bonita, MAMÁ, qué digo... por una mejor: ¡MÓNICA MAGRANER ULL! 

"No tengas prisa por crecer y madurar, que cuando seas grande sólo querrás jugar."

Haces que disfrute del día a día, que en nuestra pobreza, aprecie la fortuna de las pequeñas cosas, que me conforme con lo que hay pero que luche siempre por conseguir lo que quiero.

"Mientras que viva tu hija no estás en el mundo sola."

Pintas, lees, cocinas, compras, limpias, arreglas, repasas, pagas, aguantas, acarreas, enseñas, escuchas, madrugas, trabajas, repasas, alimentas, investigas, cuidas, cumples, pero sobre todo, AMAS, y amar es lo más bonito que se pueda hacer, y tú amas todo, amas a tu chico, a tus amigos, a tu hija, a tu vida, a la vida y a la vida que me has dado.
Tienes talento, cultura, manos bonitas, y la sonrisa más reconfortante que jamás haya visto.
¡FELICIDADES, MADRE!
P.D.: PERDÓN POR TODO LO MALO QUE HE HECHO Y LO BUENO QUE ME HE DEJADO POR HACER.
TE QUIERO INFINITO MAMÁ.

Tu hija que te quiere, adora y admira.

 

 Mónica Chirivella (y más que nunca) Magraner.